Tierra Media es el nombre de un continente ficticio en el que transcurren la mayor parte de las historias que el autor británico J. R. R. Tolkien escribió para su legendarium. La novela El Silmarillion narra la lucha que mantienen por el control del mundo y de la Tierra Media, los Valar, los elfos y los hombres, con Morgoth y sus siervos. En épocas posteriores, después de la derrota de Morgoth y de su expulsión del mundo, su papel es continuado por su lugarteniente, Sauron, titular y principal antagonista de la novela El Señor de los Anillos. Los Valar dejan de participar de forma directa en los asuntos de la Tierra Media tras la derrota de Morgoth, pero tiempo después envían a los Istari para ayudar en la lucha contra Sauron; los más importantes son Gandalf el Gris, quien se mantiene fiel a su misión y resulta crucial en la lucha para derrotar a Sauron, y Saruman el Blanco, quien sin embargo se corrompe y se alía con el enemigo para apoderarse de la Tierra Media. Otras razas que participan en la lucha contra el mal son los enanos, los Ents y los hobbits, siendo uno de estos últimos, Frodo Bolsón, el responsable de la derrota definitiva de Sauron al destruir su fuente de poder: el Anillo Único.
La acción de los libros está en gran parte limitada al noroeste del continente de Endor. La Historia de Arda se divide en varias Edades: El hobbit y la mayor parte del texto de El Señor de los Anillos tratan exclusivamente sobre sucesos que ocurren hacia finales de la Tercera Edad del Sol y que concluyen hacia el comienzo de la Cuarta Edad del Sol, mientras que El Silmarillion ocurre principalmente en la Primera Edad del Sol. El mundo (Arda) era originalmente plano pero fue transformado en esférico durante la Segunda Edad del Sol por Eru Ilúvatar, el creador del Universo.
Edades
La historia de la Tierra Media se divide en tres períodos: Edades de las Lámparas, Edades de los Árboles y Edades del Sol.
Las Edades de las Lámparas comienzan apenas los Valar terminan sus labores para formar Arda, que originalmente fue concebida conformando dos esquemas ampliamente simétricos que fueron destrozados por Melkor. La simetría era definida por dos grandes subcontinentes, uno en el norte y otro en el sur, y cada uno tenía una larga cordillera de montañas en las regiones orientales y occidentales. Las cordilleras recibieron nombres de colores (Montañas Blancas, Montañas Azules, Montañas Grises y Montañas Rojas).
Los Valar crearon dos lámparas para iluminar el mundo, Illuin y Ormal, y el Vala Aulë hizo dos grandes torres, una en el extremo norte y otra en el sur, para soportar las lámparas. Los Valar vivían en el medio, en la isla de Almaren. La destrucción de las lámparas por parte de Melkor, llevado por el odio y la envidia, marca el fin de las Edades de las Lámparas.
Los múltiples conflictos con Melkor resultaron en la distorsión de la formación de la Tierra. Originalmente, había una sola masa de agua interior, en la cual se encontraba la isla de Almaren donde vivían los Valar. Cuando Melkor destruyó las Lámparas de los Valar que daban luz al mundo, dos mares vastos se crearon, pero Almaren y su lago fueron destruidos. El mar del norte se convirtió en el Mar de Helcar (Helkar). Las tierras al oeste de las Montañas Azules se convirtieron en Beleriand. Melkor levantó las Montañas Nubladas para impedir el avance del Vala Oromë pues él cazaba a las bestias de Melkor durante el periodo de oscuridad antes del despertar de los elfos.
Entonces Yavanna hizo los Dos Árboles llamados Telperion y Laurelin en la tierra de Aman. Los Árboles iluminaban Aman, dejando al resto de Arda en la oscuridad, iluminada solamente por las estrellas.
Al inicio de la Primera Edad de los Árboles, los elfos despertaron junto al lago Cuiviénen en el oriente de Endor, y los Valar los conocieron pronto. Muchos elfos fueron convencidos de realizar la Gran Marcha de los elfos al occidente a Aman, pero no todos terminaron este viaje (debido a la Separación de los elfos). Los Valar apresaron a Melkor pero él aparentó arrepentirse y fue puesto en libertad condicional. Sembró entonces discordia entre los Elfos y fomentó la rivalidad entre los príncipes Elfos Fëanor y Fingolfin. Entonces mató a su padre, el rey Finwë y robó los Silmarils, tres gemas creadas por Fëanor que contenían la luz de los Dos Árboles, de su lugar, y destruyó a los Árboles mismos.
Fëanor convenció a la mayoría de su pueblo, los Noldor, de abandonar Aman y perseguir a Melkor a Beleriand, maldiciéndolo con el nombre Morgoth. Fëanor guió al primero de dos grupos de Noldor. El grupo más grande lo guiaba Fingolfin. Los Noldor se detuvieron en la ciudad-puerto de los Teleri, Alqualondë, pero los Teleri se negaron a darles barcos para llegar a la Tierra Media. La Primera Matanza de Elfos contra Elfos sucedió entonces, Fëanor y muchos de sus seguidores atacaron a los Teleri y robaron sus barcos. Las huestes de Fëanor zarparon en los barcos robados, dejando a Fingolfin atrás para cruzar hacia la Tierra Media por la mortal tierra de hielo del Helcaraxë en el lejano norte. Poco después, Fëanor fue muerto, pero la mayoría de sus hijos sobrevivieron y fundaron reinos, así como Fingolfin y sus herederos.
Las Edades del Sol comienzan cuando los Valar hacen al Sol y los levantan sobre el mundo, Imbar. Luego de varias batallas, una larga paz duró por cuatrocientos años, durante los cuales los primeros Hombres entraron a Beleriand cruzando las Montañas Azules. Cuando Morgoth salió del asedio, uno por uno los Reinos Élficos fueron cayendo, incluso la ciudad escondida de Gondolin, construida por el rey Turgón y con la ayuda del vala Ulmo, que bendijo y dio protección a la ciudad. Hasta que en el año 511 Gondolin fue arrasada por una horda de Orcos, Balrogs, lobos y Dragones, por la traición de Maeglin, que reveló el emplazamiento de Gondolin a Morgoth, después de haber caído en las palabras llenas de malicia de Morgoth y también por el deseo enfermo hacia su prima Idril. Gondolin fue el último de los reinos de Beleriand en sufrir el Hado de los Noldor.
El único éxito considerable de los Elfos y Hombres sucedió cuando Beren de los Edain y Lúthien, hija de Thingol y Melian, robaron un Silmaril de la corona de Morgoth. Después, Beren y Lúthien murieron, y fueron devueltos a la vida por los Valar, bajo el acuerdo de que Lúthien debía volverse mortal y Beren nunca debía volver a ser visto por los Hombres.
Thingol discutió con los Enanos de Nogrod y ellos lo mataron, robando el Silmaril. Con la ayuda de los Ents, Beren emboscó a los Enanos y recuperó el Silmaril, que le entregó a Lúthien. Después, Beren y Lúthien murieron de nuevo. El Silmaril le fue entregado a su hijo Dior el medio elfo, que restauró el reino de Doriath. Los hijos de Fëanor exigieron a Dior entregarles el Silmaril, y él se negó. Los Fëanorianos destruyeron Doriath y mataron a Dior en la segunda Matanza de elfos contra elfos, pero la hija menor de Dior, Elwing, escapó con la gema. Tres de los hijos de Fëanor – Celegorm, Curufin y Caranthir – murieron intentando recuperar la gema.
Para el final de esta edad, todo lo que quedaba de los Elfos y Hombres libres en Beleriand era el campamento en la boca del río Sirion. Entre ellos estaba Eärendil, que se casó con Elwing. Pero los Fëanorianos volvieron a exigir se les devolviera el Silmaril, y luego de que se les negara, decidieron tomar la gema por la fuerza, conllevando la Tercera Matanza de elfos contra elfos.
Y fue así como Eärendil y Elwing llevaron el Silmaril a través del Gran Mar, para pedir perdón y ayuda a los Valar. Los Valar respondieron. Melkor fue capturado, y la mayoría de sus obras fueron destruidas, y él fue exiliado fuera de los confines del mundo a las Puertas de la Noche.
Los Silmarils fueron recuperados a un costo terrible, ya que Beleriand misma comenzó a hundirse en el mar. A los restantes hijos de Fëanor, Maedhros y Maglor, se les ordenó regresar a Valinor. Ellos entonces robaron los Silmarils de los victoriosos Valar. Pero, como con Melkor, los Silmarils les quemaron las manos y entonces se dieron cuenta de que ya no estaban destinados a poseerlos y que su juramento era en vano.
Y fue así como Eärendil y Elwing llevaron el Silmaril a través del Gran Mar, para pedir perdón y ayuda a los Valar. Los Valar respondieron. Melkor fue capturado, y la mayoría de sus obras fueron destruidas, y él fue exiliado fuera de los confines del mundo a las Puertas de la Noche.
Los Silmarils fueron recuperados a un costo terrible, ya que Beleriand misma comenzó a hundirse en el mar. A los restantes hijos de Fëanor, Maedhros y Maglor, se les ordenó regresar a Valinor. Ellos entonces robaron los Silmarils de los victoriosos Valar. Pero, como con Melkor, los Silmarils les quemaron las manos y entonces se dieron cuenta de que ya no estaban destinados a poseerlos y que su juramento era en vano.
Cada uno encontró su propio destino: Maedhros se lanzó con el Silmaril a una fosa de fuego, y Maglor lanzó el Silmaril al mar. Así, los tres Silmarils terminaron en el cielo con Eärendil, en la tierra, y en el mar, respectivamente.
El último rey Númenóreano Ar-Pharazôn, con la fuerza de su armada, humilló al mismo Sauron y lo llevó a Númenor como prisionero. Pero con la ayuda del Anillo Único, Sauron engañó a Ar-Pharazôn y lo convenció de invadir Aman, prometiéndole la inmortalidad para todos los que pusieran pie en las Tierras Inmortales. Amandil, líder de aquellos Fieles a los Valar, intentó navegar al oeste para buscar su ayuda. Su hijo Elendil y sus nietos Isildur y Anárion se prepararon para huir a la Tierra Media. Cuando las fuerzas del Rey llegaron a Aman, los Valar pidieron a Ilúvatar intervenir. El mundo fue cambiado, y Aman fue retirado de Imbar. Desde entonces, los Hombres no pueden encontrar Aman, pero los Elfos que busquen pasar en barcos especialmente fabricados recibieron la gracia de usar el Camino Recto, que lleva de los mares de la Tierra Media a los mares de Aman. Númenor fue destruida, y con ella el cuerpo de Sauron, pero su espíritu perduró y huyó de regreso a la Tierra Media.
Elendil, apodado el Alto, hijo de Amandil, era el heredero al señorío de Andúnië, de la isla de Númenor, y tenía sangre real, siendo descendiente del mismo Elros. Al igual que su padre, fue uno de los pocos númenóreanos que no creyeron en Sauron.
Su padre lo conminó a escapar de la inminente destrucción de Númenor, luego de que el rey Ar-Phârazon, influenciado por Sauron, se atreviera a desafiar a los Valar y navegar en pie de guerra a Valinor. Tras embarcarse con los suyos en la costa este de la isla, consiguió escapar del hundimiento de Númenor en nueve barcos: cuatro para él, tres para Isildur y dos para Anárion, sus hijos. Con ellos iban varios Fieles (leales a los Valar y a los Elfos), y también llevaban siete Piedras Videntes y un retoño del Árbol Blanco que Isildur había logrado salvar antes de su quema. Tras sortear terribles tormentas y montañas de agua que elevaron a los barcos hasta las nubes, desembarcaron en las costas occidentales de la Tierra Media. Allí fundaron reinos en el exilio: en el norte reinó Elendil en el Reino de Arnor; en el sur reinaron sus hijos en el Reino de Gondor.
Su padre lo conminó a escapar de la inminente destrucción de Númenor, luego de que el rey Ar-Phârazon, influenciado por Sauron, se atreviera a desafiar a los Valar y navegar en pie de guerra a Valinor. Tras embarcarse con los suyos en la costa este de la isla, consiguió escapar del hundimiento de Númenor en nueve barcos: cuatro para él, tres para Isildur y dos para Anárion, sus hijos. Con ellos iban varios Fieles (leales a los Valar y a los Elfos), y también llevaban siete Piedras Videntes y un retoño del Árbol Blanco que Isildur había logrado salvar antes de su quema. Tras sortear terribles tormentas y montañas de agua que elevaron a los barcos hasta las nubes, desembarcaron en las costas occidentales de la Tierra Media. Allí fundaron reinos en el exilio: en el norte reinó Elendil en el Reino de Arnor; en el sur reinaron sus hijos en el Reino de Gondor.
Elendil trabó una gran amistad con Gil-Galad, rey de los Noldor de la Tierra Media, quien residía en Lindon. También distribuyó las Palantiri en distintos lugares de su reino, colocando una en Elostirion, la más alta torre de Emyn Beraid. Allí residía Elendil, y a través de ella podía ver a través del Mar las Tierras Imperecederas: Eressëa, donde la Piedra Maestra residía aún, y Aman; aunque las olas cubrían Númenor para siempre. Pero Sauron también había escapado del cataclismo y había vuelto a la Tierra Media, y ahora era una amenaza para los dúnedain sobrevivientes. De modo que Elendil formó con Gil-galad la Última Alianza de Hombres y Elfos, y las grandes fuerzas reunidas marcharon contra Mordor.
En la prolongada guerra, Elendil murió y su espada Narsil se le quebró bajo el cuerpo. Pero valiéndose de esa espada, Isildur le cortó la mano a Sauron, arrancándole de esta manera el Anillo Único que fue tomado por él, pero no destruido.
Su hijo Isildur, antes de partir hacia Arnor y en el mayor de los secretos hizo construir un túmulo en los alto del Halifirien y enterró los restos de su padre. Dos milenos más tarde, frente a la Tumba, el Senescal Cirion y el éothéod Eorl "el Joven". realizaron lo que se llamó el Juramento de Eorl; por el cual se selló la Amistad entre Gondor y Rohan.
Se dice que de todos los herederos de tiempos posteriores, el más parecido en majestad a Elendil fue Aragorn.
La Tercera Edad del Sol vio como se alzaban en poder los reinos de Arnor y Gondor, y su decadencia. Tras la muerte de Isildur el anillo se perdió para ser encontrado por un hobbit llamado Smeagol, el cual fue corrompido por éste hasta convertirse en una vil criatura llamada Gollum que lo guardaba y codiciaba como el más preciado de los tesoros. Desterrado se guareció bajo las Montañas Nubladas durante muchos años, ya que el anillo le proporcionaba una gran longevidad.
Siglos después, en los hechos acaecidos en el Hobbit, el Anillo fue encontrado por Bilbo Bolsón, de La Comarca, en su viaje a la Montaña Solitaria, mientras huía junto con Gandalf y trece enanos, por túneles bajo las Montañas Nubladas, de una gran cantidad de Trasgos.
En la huida Bilbo se extravió de los demás enanos y, tras encontrar en el suelo un misterioso anillo, llegó a un lago subterráneo con una pequeña isla en el interior donde habitaba la criatura Gollum Éste le desafió a un juego de acertijos. En el caso de que Gollum ganara, se comería a Bilbo, y si no, guiaría al hobbit hasta la salida. Tras perder, Gollum se negó a cumplir su promesa y fue en busca de su anillo para matar a Bilbo, pero éste había descubierto que la joya le volvía invisible cuando se la ponía y gracias a ello logró escapar y reunirse con sus compañeros. De nuevo un grupo de trasgos y huargos les persiguieron, pero gracias a que las águilas gigantes les rescataron, consiguieron huir.
En la huida Bilbo se extravió de los demás enanos y, tras encontrar en el suelo un misterioso anillo, llegó a un lago subterráneo con una pequeña isla en el interior donde habitaba la criatura Gollum Éste le desafió a un juego de acertijos. En el caso de que Gollum ganara, se comería a Bilbo, y si no, guiaría al hobbit hasta la salida. Tras perder, Gollum se negó a cumplir su promesa y fue en busca de su anillo para matar a Bilbo, pero éste había descubierto que la joya le volvía invisible cuando se la ponía y gracias a ello logró escapar y reunirse con sus compañeros. De nuevo un grupo de trasgos y huargos les persiguieron, pero gracias a que las águilas gigantes les rescataron, consiguieron huir.
Bilbo vivió numerosas aventuras durante su viaje en las que el anillo le fue de gran ayuda, conservándolo durante largo tiempo escondido junto con los tesoros de los enanos que recuperaron del temible dragón Smaug, ya que poca gente sabia que lo poseía. Años más tarde se lo entregaría a su sobrino Frodo Bolsón antes de partir a Rivendel.
Para la época de El Señor de los Anillos, Sauron había recuperado gran parte de su antigua fuerza, y estaba buscando el Anillo Único. En Mordor mediante la tortura descubrió por Gollum que el Anillo estaba en La Comarca en posesión de un Hobbit llamado Bilbo Bolsón y envió a sus Espectros del Anillo y sus nueve monturas para recuperarlo.
El portardor del Anillo, Frodo Bolsón, viajó junto a Samsagaz Gamyi (Sam), Meriadoc Brandigamo (Merry), Peregrin Tuk (Pippin) a Rivendel, por consejo de Gandalf, donde fue recibido por Enrold quien le curo sus heridas y se reunió con Gandalf y Bilbo.
Una vez recuperado se celebró el denominado Concilio de Enrold en el que se decidió que el Anillo debía ser destruido por el único medio posible: lanzándolo en los fuegos del Monte del Destino.
Frodo se ofreció a llevarlo hasta allí. Sam, que a pesar de no estar invitado al Concilio había escuchado todo a escondidas, se ofreció para acompañar a su amo y Elrond decidiría más tarde que Gandalf, Aragorn, Merry, Pippin, un enano llamado Gimli, el príncipe Legolas de los elfos del Bosque Negro y el heredero a la senescalía de Gondor, Boromir, le acompañarían también, formando la que fue llamada la Comunidad del Anillo.
Tras numerosas aventuras, varias Batallas decisivas para el destino de la Tierra Media y contra todo pronóstico, se consiguió llevar el Anillo al Monte del destino donde debía ser arrojado y fundido.
Para la época de El Señor de los Anillos, Sauron había recuperado gran parte de su antigua fuerza, y estaba buscando el Anillo Único. En Mordor mediante la tortura descubrió por Gollum que el Anillo estaba en La Comarca en posesión de un Hobbit llamado Bilbo Bolsón y envió a sus Espectros del Anillo y sus nueve monturas para recuperarlo.
El portardor del Anillo, Frodo Bolsón, viajó junto a Samsagaz Gamyi (Sam), Meriadoc Brandigamo (Merry), Peregrin Tuk (Pippin) a Rivendel, por consejo de Gandalf, donde fue recibido por Enrold quien le curo sus heridas y se reunió con Gandalf y Bilbo.
Una vez recuperado se celebró el denominado Concilio de Enrold en el que se decidió que el Anillo debía ser destruido por el único medio posible: lanzándolo en los fuegos del Monte del Destino.
Frodo se ofreció a llevarlo hasta allí. Sam, que a pesar de no estar invitado al Concilio había escuchado todo a escondidas, se ofreció para acompañar a su amo y Elrond decidiría más tarde que Gandalf, Aragorn, Merry, Pippin, un enano llamado Gimli, el príncipe Legolas de los elfos del Bosque Negro y el heredero a la senescalía de Gondor, Boromir, le acompañarían también, formando la que fue llamada la Comunidad del Anillo.
Tras numerosas aventuras, varias Batallas decisivas para el destino de la Tierra Media y contra todo pronóstico, se consiguió llevar el Anillo al Monte del destino donde debía ser arrojado y fundido.
En el último momento Frodo falló, pero con la intervención de la criatura Gollum —cuya vida había sido resguardada por la piedad de Frodo y Bilbo Bolsón— el Anillo terminó siendo destruido. Frodo y su compañero Samsagaz Gamyi fueron tenidos entonces por héroes. Sauron quedó destruido para siempre y su espíritu se disipó.
El fin de la Tercera Edad marca el fin del dominio de los Elfos y el comienzo del dominio de los Hombres. Conforme la Cuarta Edad comienza, muchos Elfos que aún vivía en la Tierra media salieron para Valinor, para nunca regresar; aquellos que se quedaron se "desvanecerían" y disminuirían. Los Enanos eventualmente disminuyeron también. Los Enanos también terminaron regresando en grandes números y se restablecieron en Moria. La paz fue restaurada entre Gondor y las tierras al sur y al este.
Eventualmente, las historias de las primeras Edades se convirtieron en leyendas, y la verdad detrás de ellas quedó olvidada.